Mantenimiento y limpieza de un suelo laminado

Cuando instalamos un suelo laminado en nuestro hogar deseamos que la belleza y calidad de este pavimento perdure en el tiempo. Por ello, desde Faus Madrid os vamos a facilitar unos sencillos consejos sobre como mantener y limpiar suelo laminado que os ayudarán en lograr este objetivo.
Cómo limpiar suelo laminado
Mantener un suelo laminado es una tarea relativamente sencilla, pero requiere de ciertos cuidados para evitar dañarlo. Son muchas las dudas que nos asaltan cuando nos enfrentamos a la pregunta de cómo limpiar suelo laminado.
La limpieza del suelo laminado se realiza dependiendo del tipo de suciedad que se haya de eliminar. Pero existen multitud de versiones y consejos para ello, como el uso de agua y vinagre, pero nosotros hemos querido ofreceros nuestra visión, desde el punto de vista de un fabricante profesional. De esta forma, siguiendo esta guía básica para limpiar tu suelo laminado, conseguirás de manera efectiva tener siempre como el primer día.

- Eliminar el polvo superficial: Realiza barridos frecuentes para eliminar el polvo, la arena y otros pequeños residuos que puedan rayar la superficie del suelo. Ocasionalmente, utiliza una aspiradora con un accesorio de cepillo suave para limpiar los rincones y áreas de difícil acceso. Asegúrate de que la aspiradora no tenga partes metálicas o bordes afilados que puedan dañar el laminado.
- Trapos de microfibra: Utiliza mopas de microfibra para limpiar el suelo. La microfibra es suave y no raya la superficie del laminado.
- Evitar el exceso de agua: Asegúrate de no mojar en exceso el suelo laminado, ya que el agua puede filtrarse entre las juntas y dañar la capa interna del laminado. Siempre limpia los derrames inmediatamente.
- Evitar productos abrasivos: No utilizar en ningún caso productos de limpieza jabonosos, ya que puede provocar que el agua penetre con mayor facilidad por las juntas provocando su hinchamiento. La frecuencia puede ser, por ejemplo, 1 vez cada 15 días.
Y sobre todo, no utilices limpiadores abrasivos, ceras o productos de limpieza a base de aceite en el suelo laminado, ya que pueden dejar residuos en las juntas y dañar el acabado. En el caso de ocurrir esto, las juntas se pueden devolver a su estado original, limpiándose con un trapo o cepillo pequeño, humedecido con alcohol. - Cuidado con objetos puntiagudos: Evita arrastrar o desplazar muebles y objetos pesados sin proteger las patas con fieltro o almohadillas de goma. Los objetos puntiagudos pueden rayar la superficie.
- Productos de limpieza específicos: Si prefieres utilizar productos específicos para suelos laminados, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y de que sean seguros para este tipo de suelo.
- Secado adecuado: Después de limpiar, pasa un trapo seco sobre el suelo para eliminar cualquier exceso de humedad. Evitarás que el agua se acumule en las juntas.
Y por último, y no menos importante, si somos una familia que tenemos mascota en casa, mantener las uñas de nuestros animales de compañía bien cuidadas, cortándoselas adecuadamente cada cierto tiempo ¡Evitarás arañazos indeseados en tu suelo laminado!
Recuerda que el mantenimiento regular y la limpieza adecuada ayudarán a que tu suelo laminado se mantenga en buen estado durante más tiempo. Siempre es recomendable consultar las instrucciones proporcionadas por el fabricante del suelo para obtener recomendaciones específicas de limpieza y cuidado. Con todas estas indicaciones, seguro que mantendréis vuestros suelos laminados limpios y en perfecto estado, durante muchísimo tiempo.