Entre las inversiones prioritarias en el nuevo hogar está contratar luz, gas y otros servicios, además de lo relacionado con los suelos de la vivienda y el vestir con muebles la casa. Las ilusiones de inaugurar una casa nueva aumentan los niveles de gasto, por lo que es buen momento para definir objetivos.
En el «cómo ahorrar en una reforma» este primer paso es fundamental: planificar. La planificación sirve para proyectar acciones acertadas en cuanto a lo que deseamos para nuestro hogar. También para replantearnos lo que deseamos hacer con nuestro dinero en cuanto a pagos, ahorro e inversión.
¿Es posible ahorrar a la hora de una reforma?
Está claro que lo primero que tenemos que invertir es en los contratos de gas, luz y otros servicios. Muchos de ellos son suministros indispensables para poder trasladarnos y dotar a nuestra nueva vivienda de la habitabilidad necesaria.
Pero, así como es prioritario contratar luz y otros servicios, también la estética de la vivienda juega un papel fundamental. A la hora de economizar no debes olvidar la calidad de los materiales influye en el precio pero recuerda que a mayor calidad, más durabilidad y la inversión merecerá la pena. La tentación de restar calidad a los materiales suele ser grande.
Suelos laminados: otra forma de ahorrar
Un elemento fundamental, sobre todo si hablamos de una vivienda de segunda mano es el suelo. Los suelos de una casa se integran como un elemento decorativo primordial más que realza la belleza de diferentes ambientes del hogar.
Si quieres cambiar el suelo por uno de madera para que resulte más agradable y hogareño, valora si necesitas que realmente sea de madera maciza. Tu elección pasará por la posibilidad de instalar suelos laminados que ofrecen atractivos diseños, son económicos y de fácil mantenimiento. Este tipo de suelos suelen resistir el impacto de la intemperie. Para ambientes interiores, en el mercado se ofrecen con diversidad de diseños, componentes y texturas que simulan la madera, la piedra y otros elementos.
Además de económicos, con una buena relación calidad/precio frente a otros tipos de pavimento, son de fácil instalación y sin mayores gastos de mantenimiento. Asimismo ofrecen una durabilidad que a la larga representa ahorro para la familia. Por supuesto que para su elección lo más conveniente es asesorarse con especialistas en el área. En ese sentido Faus Madrid, a través de sus profesionales, pone a tu disposición toda su experiencia en el recubrimiento de suelos y paredes, entre otros servicios.
La unicidad de los suelos laminados creados por FAUS, siguiendo procesos técnicos con mimos artesanales, garantizan su durabilidad y su belleza natural. Para esta empresa, cada propuesta es el resultado de la selección de materiales y procesos de fabricación que resultan en piezas decorativas únicas con calidad.
La amplia oferta de FAUS Madrid incluye suelos con diseños modernos y convencionales, de variados tonos y laboriosos acabados. Esto la convierte en una excelente opción al momento de seleccionar el suelo para algún ambiente del hogar, oficinas, etc. En nuestra nueva exposición de Madrid, Calle Alcalde Saínz de Baranda 65, os permitirá tocar y ver el suelos laminado más conveniente a vuestro estilo.
Otras formas de ahorrar en el día a día
Tenemos que tener en cuenta que los consumos de luz y gas, debido a la crisis actual de suministro de gas a nivel mundial, deben forman parte importante de este ahorro. Por ello, es importante la reduciendo del consumo de energía eléctrica y tomando previsiones al contratar luz. La contratación de una tarifa adecuada y modificar los hábitos de consumo siempre conduce a ahorros significativos. Además, piensa en mejorar la eficiencia energética, y analiza si ventanas u otros elementos como electrodomésticos merecen la pena renovar.
Existen otras acciones que también conducen al ahorro, sobre todo en una vivienda habitual ya que si tienes opción de vaciar la casa de muebles, ahorrarás en la reforma. Compara cuánto te cobran los profesionales por cada estancia y a cómo te sale un guardamuebles el tiempo que dure la obra.
En una cocina, por ejemplo, puedes usar la caja de los muebles si están en buen estado y sustituir solo las puertas.